A medida que aumentan las temperaturas, es importante adaptar nuestras rutinas de ejercicio para mantenernos seguros y saludables durante los meses de verano. Si bien mantenerse activo es crucial para el bienestar general, es necesario tomar precauciones para prevenir lesiones y complicaciones relacionadas con el calor. A continuación, se ofrecen siete consejos prácticos para mantenerse activo en los calurosos meses de verano sin ponerse en riesgo.
- La hidratación es clave:La deshidratación puede empeorar las condiciones existentes y aumentar el riesgo de agotamiento por calor o insolación. Asegúrese de beber abundante agua antes, durante y después del ejercicio, especialmente si hace ejercicio al aire libre en climas cálidos. Las bebidas que reponen electrolitos también pueden ser útiles para entrenamientos más prolongados o más intensos.
- Planifique sus entrenamientos de manera inteligente: Evite hacer ejercicio al aire libre durante las horas más calurosas del día, generalmente entre las 10 a. m. y las 4 p. m. Programe sus entrenamientos temprano por la mañana o tarde por la noche, cuando las temperaturas son más frescas. Si debe hacer ejercicio al mediodía, utilice un área sombreada o una instalación interior con aire acondicionado.
- Vístete apropiadamente:Use ropa ligera y transpirable que permita que el sudor se evapore y ayude a mantener el cuerpo fresco. La ropa de colores claros también puede reflejar el calor del cuerpo. Recuerde usar protector solar y un sombrero para proteger su piel de las quemaduras solares.
- Modificar intensidad y duración:Escuche a su cuerpo y ajuste la intensidad y la duración de sus entrenamientos en función de cómo se sienta y de las condiciones climáticas. Preste atención a los signos de agotamiento por calor, como mareos, náuseas, dolor de cabeza o sudoración excesiva, y tome descansos o deje de hacer ejercicio si experimenta algún síntoma.
- Explora las opciones de ejercicio en interiores:En días particularmente calurosos, considere alternativas de ejercicio en interiores, como natación, aeróbicos acuáticos o ciclismo en interiores.
- Incorporar actividades acuáticas:Los ejercicios acuáticos pueden ser especialmente beneficiosos durante los meses de verano, ya que el agua proporciona resistencia natural y ayuda a mantener regulada la temperatura corporal. Si tiene acceso a una piscina, considere incorporar natación o ejercicios acuáticos a su rutina.
- Enfriarse adecuadamente:Después de terminar su entrenamiento, tómese un tiempo para enfriarse adecuadamente para bajar la temperatura corporal y evitar el dolor muscular. Los ejercicios de estiramiento y suaves pueden ayudar a mejorar la flexibilidad y promover la relajación.
Si sigue estos consejos para hacer ejercicio en verano, podrá hacer ejercicio de forma segura y eficaz, ¡y al mismo tiempo disfrutar del calor y el sol! Recuerde consultar siempre con su médico o fisioterapeuta Antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, especialmente si tiene alguna condición médica preexistente o le preocupa hacer ejercicio en el calor. ¡Manténgase activo, hidratado y seguro!