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Cómo combatir las ampollas por fricción

Las ampollas por fricción siguen siendo la lesión más común en los pies, tanto entre los deportistas como entre los no deportistas. Irónicamente, también parecen ser las menos comprendidas. Una ampolla se forma por la fricción, que hace que las dos capas superiores de la piel se froten entre sí. Las capas se separan y el espacio entre ellas se llena de líquido; por fuera, parece una burbuja. Hay muchos mitos en torno a la prevención de las ampollas que se transmiten entre médicos, entrenadores, preparadores físicos y deportistas, desde espolvorear el pie con talco para bebés hasta rellenar el zapato con un poco de lana de cordero. Sin embargo, estas tácticas pueden no ser tan útiles como nos han hecho creer.

Los agentes de amortiguación protectores como la piel de topo, la lana de cordero o los insertos de gel especializados pueden ayudar a minimizar la fricción necesaria para crear una ampolla. Sin embargo, estos suelen desgastarse con el tiempo y podrían volverse ineficaces si se realiza mucha actividad física intensa. La cinta médica y deportiva parecen tener el mismo problema. Técnicamente, estos métodos funcionan, pero si va a estar activo durante un período prolongado, es posible que no sean la mejor opción.

Los agentes lubricantes son muy populares, pero solo deben usarse en períodos de actividad más breves. Los estudios han demostrado que los lubricantes como la vaselina reducen inicialmente la fricción, pero con el tiempo la piel los absorbe y pueden aumentar la probabilidad de que aparezcan ampollas hasta en un 30%.

La mejor manera de prevenir las ampollas es invertir en un calzado adecuado. El ajuste de tu calzado es solo una parte de la ecuación: encontrar el ajuste perfecto puede ayudarte a combatir tanto las ampollas por fricción, como los dolores musculares, las lesiones en los pies y las lesiones en las piernas y la espalda. Tus calcetines son igual de importantes. Los calcetines de algodón son un gran no-no, ya que absorben el sudor y, debido al aumento de humedad, terminan causando ampollas. Los calcetines de nailon o los calcetines hechos de tejidos que absorben la humedad son las mejores soluciones. También puedes usar dos pares de calcetines si un par no parece ser suficiente (¡solo asegúrate de tener esto en cuenta al probarte los zapatos!).

Si te sale una ampolla, incluso después de todas las medidas preventivas que hayas tomado, recuerda no reventar la parte superior. Esto puede aumentar las posibilidades de infección. En lugar de eso, toma una aguja esterilizada y pincha con ella el costado en varios puntos. Asegúrate de aplicarte un poco de ungüento antibiótico cuando hayas terminado y cubre la ampolla con una gasa o una curita para protegerla.

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