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El reconocimiento y el tratamiento tempranos de la conmoción cerebral son cruciales para la recuperación a largo plazo

¿Sabías que:

  • El 101% de todos los atletas de deportes de contacto sufren conmociones cerebrales cada año.
  • Los CDC estiman que cada año se producen en los EE. UU. entre 1,6 y 3,8 millones de conmociones cerebrales, y muchas de ellas no se denuncian.
  • Los atletas que sufren una conmoción cerebral tienen entre 4 y 6 veces más probabilidades de sufrir una segunda conmoción cerebral.
  • La principal causa de conmoción cerebral deportiva es el fútbol americano en los varones jóvenes y el fútbol americano en las mujeres jóvenes.
  • Cuando se trata adecuadamente, la mayoría de las personas con conmociones cerebrales se recuperan completamente.

Las conmociones cerebrales son causadas por un golpe, impacto o sacudida en la cabeza o el cuerpo, que posteriormente hace que el cerebro se mueva hacia adelante y hacia atrás, de un lado a otro o se tuerza dentro del cráneo. Si bien el cerebro está protegido por líquido cefalorraquídeo, incluso una lesión leve puede causar daños graves. Las conmociones cerebrales se consideran una forma de lesión cerebral traumática; sin embargo, es fácil pasarlas por alto porque es poco probable que la persona lesionada busque tratamiento médico inmediato y las imágenes de diagnóstico, como la resonancia magnética, la tomografía computarizada o las radiografías, suelen ser normales. Además, los síntomas pueden tardar en desarrollarse.

Síntomas físicos incluyen dolores de cabeza, somnolencia, mareos, dificultad con el equilibrio, náuseas, vómitos, fatiga, visión doble o borrosa, pérdida del conocimiento, cambios en los patrones de sueño y sensibilidad a la luz y al sonido.

Síntomas cognitivos y emocionales incluyen dificultad de memoria, confusión, dificultad de concentración, procesamiento lento, “niebla”, dificultad para hablar y comunicarse, irritabilidad, ansiedad, depresión, agresión, cambios de humor, poca tolerancia al estrés e inquietud.

Las personas de cualquier edad pueden sufrir una conmoción cerebral. Los accidentes automovilísticos, la participación en deportes, las caídas y los golpes con objetos son causas importantes de conmoción cerebral. Si no se detectan a tiempo, las conmociones cerebrales pueden provocar daño cerebral permanente, discapacidad e incluso la muerte. Las conmociones cerebrales en niños y adultos jóvenes son particularmente peligrosas porque el cerebro aún está inmaduro y es más vulnerable a una nueva conmoción cerebral.

Reconocimiento temprano La detección de una posible conmoción cerebral es crucial para el manejo, el tratamiento y la recuperación de la conmoción cerebral. Las conmociones cerebrales ocurren con frecuencia durante las prácticas de deportes de equipo recreativos y de viaje; donde el entrenador puede ser el único adulto presente. Es prácticamente imposible para el entrenador observar a todos los jugadores en el campo para detectar lesiones cuando solo tiene un par de ojos. Se anima a los padres, entrenadores y atletas a que supervisen las prácticas y los juegos para detectar lesiones. Cuando se sospecha una lesión, el atleta debe ser retirado inmediatamente del juego y examinado por un profesional médico. En la mayoría de los casos, esto requerirá una visita al pediatra, médico de atención primaria o atención de urgencia, ya que es poco probable que haya un médico, enfermera o entrenador deportivo en el lugar para realizar el examen inicial. Si se pierde la conciencia o los síntomas son graves, la persona debe ir inmediatamente a la sala de emergencias. En cualquier caso, el examen inicial incluirá una evaluación neuropsicológica, una evaluación física y una evaluación del equilibrio.

Tratamiento temprano El tratamiento de la conmoción cerebral es fundamental para la recuperación a largo plazo. El problema con la recuperación de la conmoción cerebral es que cada lesión es única y requiere un programa de recuperación basado en la medicina adaptado individualmente a los síntomas iniciales y continuos de la persona, y a las respuestas al tratamiento. Si bien los plazos varían mucho, la recuperación incluirá una progresión a través de los siguientes pasos:

  1. Periodo de reposo absolutoNo usar teléfonos, computadoras, televisión, música, ir a la escuela, practicar deportes, hacer ejercicio, trabajar, estar en lugares con luces brillantes o en entornos ruidosos hasta que desaparezcan todos los síntomas.  El sueño, la hidratación adecuada y una alimentación saludable son necesarios para la recuperación. Esta puede tardar entre 3 y 7 días o más.
  2. Retorno gradual a la actividad– Reanudación gradual de las actividades físicas y mentales básicas. Si reaparecen los síntomas, se deben reducir nuevamente las actividades hasta que desaparezcan los síntomas.
  3. Regreso al juego- Los profesionales de la salud, como los entrenadores deportivos certificados y los fisioterapeutas, están capacitados para implementar un protocolo formal de regreso a la actividad que sea específico para cada deporte y prepare al atleta para volver a competir. Durante este período, se monitorean los síntomas para detectar la regresión y se ajusta el tratamiento.

Si los síntomas persisten, es probable que se requiera tratamiento adicional por parte de profesionales médicos capacitados. Esto puede incluir intervenciones de especialidades como neurooftalmología, fisiatría, neuropsicología, fisioterapia, terapia ocupacional, rehabilitación vestibular, terapia visual, entrenamiento de resistencia submáxima, etc.

Si se trata adecuadamente, la recuperación de las conmociones cerebrales puede ser completa y es probable que se pueda volver al nivel de actividad anterior. Es fundamental que los padres, los deportistas, los entrenadores y los profesionales médicos trabajen juntos para crear un clima de identificación temprana de los síntomas, una evaluación exhaustiva de las necesidades individuales por parte de los profesionales médicos adecuados y la implementación planificada de un protocolo de recuperación. Si no se hace esto, es probable que se produzcan consecuencias a largo plazo que incluyan conmociones cerebrales repetidas, daño cerebral permanente e incapacidad para participar en algunas actividades.

Dra. Lori Schneider es fisioterapeuta y director de Access Physical Therapy and Wellness. 

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