A medida que nos acercamos a los días más calurosos del verano, el clima se está calentando. Para los casi 5 millones de personas en los Estados Unidos con fibromialgia, es posible que experimenten un tipo diferente de calor: el dolor ardiente que generalmente acompaña a este diagnóstico.
¿Qué es la fibromialgia?
La fibromialgia es una enfermedad crónica que puede provocar una amplia variedad de síntomas en todo el cuerpo. Por lo general, se diagnostica entre los 30 y los 50 años y entre el 80 y el 90 % de las personas afectadas son mujeres.
Los síntomas más comunes son:
- Dolor crónico en todo el cuerpo.
- fatiga
- problemas de memoria
- trastornos del sueño
- depresión o ansiedad
¿Cómo ayuda la fisioterapia?
Debido a la amplia variedad de síntomas, la fibromialgia puede ser una enfermedad debilitante. No es raro que las personas comiencen a evitar actividades por completo debido al dolor y la fatiga. Esto inicia un ciclo de desacondicionamiento que no solo afecta la salud general de la persona, sino que también empeora los síntomas de la fibromialgia. Actualmente, se desconoce la causa de la fibromialgia y no tiene cura, por lo que los tratamientos de fisioterapia están diseñados para reducir y controlar los síntomas. Esto requiere un enfoque multifacético. Los tratamientos comunes incluyen:
Educación
El primer paso para tratar la fibromialgia suele ser ayudar a las personas a comprender qué está sucediendo y qué pueden hacer al respecto. Las investigaciones han demostrado que las personas que conocen su enfermedad tienen mejores resultados, más confianza y la sobrellevan mejor.
Disminuya el dolor y mejore el rango de movimiento
Los fisioterapeutas son expertos en movimiento y cuentan con una gran cantidad de herramientas y técnicas para ayudar con el dolor y la rigidez causados por la fibromialgia. Un fisioterapeuta puede utilizar una terapia manual suave o masajes, prescribir estiramientos específicos o una rutina de yoga sencilla. También puede utilizar modalidades como estimulación eléctrica, biorretroalimentación o, en los estados donde está permitido, punción seca.
Ejercicio
Una vez que los pacientes comprenden la afección y pueden moverse un poco mejor con menos dolor, el ejercicio suele entrar en el cuadro de tratamiento. Las investigaciones han demostrado que el ejercicio aeróbico de intensidad baja a moderada, como caminar, andar en bicicleta o nadar, es importante para controlar los síntomas de la fibromialgia. Puede ayudar con el dolor, la fatiga, los trastornos del sueño, la depresión y más. Los fisioterapeutas y los pacientes trabajan juntos para encontrar el tipo correcto de ejercicio y la intensidad adecuada para controlar mejor la fibromialgia. A menudo tienen que comenzar lentamente y hacer ajustes a lo largo del camino. Cada sesión de fisioterapia se adapta a las necesidades del paciente y variará según la gravedad de sus síntomas. A pesar de que todavía no existe cura para la fibromialgia, los fisioterapeutas pueden ayudar con el manejo del dolor, la fuerza, la movilidad, la fatiga y la función para ayudar a los pacientes a encontrar alivio de sus síntomas.
Artículo cortesía de APTA