Cuando la mayoría de las personas escuchan las palabras “fisioterapia”, inmediatamente piensan en la rehabilitación de alguien que ha sufrido una lesión deportiva. Y si bien eso es cierto, los fisioterapeutas trabajan con muchos tipos de pacientes que presentan una amplia variedad de lesiones, afecciones y enfermedades. De hecho, la profesión de fisioterapia se puede dividir en muchas áreas de práctica distintas.
Según el Junta Estadounidense de Especialidades en Fisioterapia (ABPTS), existen nueve áreas en las que los fisioterapeutas pueden recibir una certificación avanzada. Algunas de estas áreas de especialidad, que cubren la mayoría de las lesiones, enfermedades y poblaciones de edad tratadas por fisioterapeutas, incluyen:
Cardiovascular y pulmonar: para afecciones cardiovasculares y pulmonares, como ataques cardíacos, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y fibrosis pulmonar. El objetivo de esta subespecialidad es aumentar la resistencia física y mejorar la independencia funcional.
Neurología: para afecciones y trastornos neurológicos, como la enfermedad de Alzheimer, lesiones cerebrales, parálisis cerebral, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, lesiones de la médula espinal y accidentes cerebrovasculares. Los planes de tratamiento están diseñados para ayudar a los pacientes a participar de forma independiente en las actividades de la vida diaria durante el mayor tiempo posible. Los fisioterapeutas enseñan a los pacientes a adaptarse a los trastornos visuales, de equilibrio, de movilidad y de pérdida muscular.
Ortopedia: para lesiones musculoesqueléticas que afectan huesos, músculos, ligamentos y tendones. Un programa de rehabilitación puede incluir movilización articular, terapia manual, entrenamiento de fuerza y otras modalidades.
Pediatría: para bebés, niños pequeños, niños y adolescentes con enfermedades y lesiones que van desde retrasos en el desarrollo, trastornos genéticos y deficiencias en las extremidades hasta enfermedades musculares y discapacidades ortopédicas. Los fisioterapeutas utilizan ejercicios terapéuticos, modalidades y tratamientos para aliviar el dolor, recuperar la fuerza y el rango de movimiento, y mejorar el equilibrio, la flexibilidad y las habilidades motoras gruesas y finas.
Salud de la mujer: para afecciones como disfunción del suelo pélvico, cuidados posparto, hinchazón linfática e incontinencia urinaria. Un programa de fisioterapia puede incluir movilización de tejidos blandos internos y externos, ejercicios de fortalecimiento, biorretroalimentación y estimulación eléctrica.
Las otras áreas de especialidad reconocidas por la ABPTS son la geriatría, la oncología, la electrofisiología deportiva y la clínica. Los fisioterapeutas pueden adquirir experiencia en estas áreas sin tener que buscar una certificación avanzada, ya sea adquiriendo años de experiencia con poblaciones de pacientes específicas o cumpliendo con los requisitos de educación continua.
A la hora de buscar al fisioterapeuta adecuado para tratar una dolencia o enfermedad en particular, los pacientes deben sentirse cómodos preguntando por la formación, la educación y la experiencia del fisioterapeuta. Conocer la experiencia de los fisioterapeutas ayuda a entender el enfoque de rehabilitación y cómo afecta a una lesión o enfermedad. Los pacientes que entablan un diálogo y mantienen una línea de comunicación abierta con sus fisioterapeutas sacarán el máximo partido a sus sesiones de rehabilitación.