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Fisioterapia y artritis

El invierno ya está aquí y las personas con artritis tienden a sufrir más dolor cuando hace más frío. Los científicos han dedicado investigaciones al clima y su impacto en el cuerpo y han descubierto una correlación entre la artritis y el clima. Los cambios de temperatura o un cambio en el peso del aire circundante pueden desencadenar dolor en las articulaciones, y resulta que el cuento de viejas sobre el dolor en las articulaciones que indica un cambio en el clima puede ser cierto.

La artritis se define como una inflamación dolorosa y rigidez de las articulaciones. El clima más frío puede empeorar la artritis y es mejor seguir algunas instrucciones para limitar las molestias que puede sufrir.

El primer consejo, y el más obvio, es vestirse abrigado y cómodo. Si hace frío, conviene cubrirse las zonas doloridas. Cuando la temperatura cambie, puede resultar beneficioso vestirse con varias capas, ya que siempre se puede quitar la ropa si es necesario.

Mantenerse activo puede ayudar, ya que la actividad física puede reducir el dolor y aumentar la movilidad en muchos tipos de artritis. La fisioterapia es una excelente manera de mantenerse activo y mejorar su estado de salud general. Un fisioterapeuta puede crear una rutina personalizada para que la siga en lugar de cuestionarse qué ejercicios se adaptan mejor a su salud. Las personas con dolor en las articulaciones deben mantenerse activas y, si bien puede ser más difícil durante el invierno, hacer ejercicio en interiores en climas más fríos puede prevenir el dolor. Además de mantenerse activo, es importante mantenerse hidratado, ya que la deshidratación puede hacerlo más sensible al dolor.

Una ducha tibia o incluso lavarse las manos con agua tibia puede aliviar el cuerpo. Es mejor limitar las salidas al exterior cuando hace frío después de un baño o una ducha caliente, ya que debe esperar a que su temperatura corporal vuelva a un estado más normal. Ajustar su dieta y agregar más vitamina D puede reducir las probabilidades de sentir molestias, ya que la deficiencia de vitamina D puede influir en su sensibilidad al dolor de artritis.

Esté atento a los cambios que se producen en su cuerpo durante el invierno, ya que pueden deberse a cambios de temperatura. Haga todo lo posible por proteger su cuerpo lo mejor que pueda y busque tratamiento para limitar el dolor o las molestias.

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