La frase “tiempo boca abajo” puede sonarles familiar a todos ustedes, padres y abuelos (¡y también a sus tíos y tías extravagantes!). Sabemos que los bebés necesitan pasar tiempo boca abajo para desarrollar los músculos necesarios para levantar la cabeza, darse vuelta y, finalmente, levantarse del suelo para que el resto de nosotros corra tras ellos. ¿Cómo desarrollan estos músculos? ¡Practicando!
Es posible que los adultos ya hayan superado esta etapa en la que es necesario desarrollar los músculos posturales del cuello, pero nuestros cuerpos, a cualquier edad, se benefician de la fuerza muscular, la flexibilidad y el equilibrio necesarios para agacharse.y luego volver a levantarse de–el suelo. La mayoría de los niños y jóvenes adultos se levantan y se sientan en el suelo sin pensarlo dos veces, pero es habitual que los adultos mayores de muchas culturas (aunque no todas) empiecen a limitar por sí mismos su acceso al suelo. Esto puede suceder por muchas razones, entre ellas:
- Falta de práctica (“¿Por qué sentarme en el suelo? ¡Para eso tengo buenas sillas y un sofá!”)
- Miedo a la incomodidad o al dolor (“Mis rodillas ya no se doblan así”)
- Precauciones ortopédicas (“Mi cirujano me dijo que nunca podría arrodillarme con esta rodilla artificial”)
- Miedo a no poder levantarse de nuevo
Sin duda, estas son razones comprensibles por las que las personas pueden limitar el tiempo que pasan en el piso; es posible que ni siquiera se dé cuenta de que estos pensamientos le han impedido hacerlo, y siempre vale la pena hablar con su médico o cirujano si tiene preocupaciones reales sobre la seguridad o procedimientos ortopédicos pasados.
Pero, ¿por qué es tan importante que mantengamos esta habilidad como parte de nuestra “caja de herramientas de movimiento”? Además de la idea de que se ha demostrado que mantener la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio necesarios para esta tarea fundamental del movimiento favorece la salud general, el bienestar e incluso la longevidadExisten otros beneficios relacionados con las tareas al poder levantarse y agacharse:
- Continuar con pasatiempos agradables, es decir, mantenimiento del automóvil, yoga/pilates, jardinería.
- Recoger objetos caídos (no pierdas otro control remoto de TV debajo del sofá)
- ¡Jugando con esos nietos!
- **Cómo levantarse de un resbalón o caída imprevista
**Este último punto es importante. Si bien no todos elegimos actividades como la jardinería o jugar en el piso con los niños (quizás incluso hayas perfeccionado el arte de la "recolección del golfista" para evitar tener que doblar las rodillas para recoger objetos del piso), la mayoría de nosotros en algún momento de nuestra vida vamos a caernos al piso una o más veces, ¡y luego tendremos que levantarnos! Los CDC actualmente realizan un seguimiento que 1 de cada 4 adultos de 65 años o más informan que se caen cada año.
Podríamos pasar mucho tiempo hablando sobre cómo levantarse y bajarse del suelo, pero hoy el mensaje principal es este: si puedes hacerlo (¡de manera segura!), ¡hazlo todos los días! Si actualmente no puedes trasladar o mover tu cuerpo hacia y desde el suelo de manera segura, comunícate con tu médico. fisioterapeuta local de confianza para ayudarle a recuperar el dominio de esta preciosa habilidad.
Contribuido por Caitlin Steeves, PT, DPT