A medida que la temporada de deportes de otoño comienza a toda velocidad, las lesiones deportivas también se vuelven muy frecuentes y los corredores de cross country corren el mismo riesgo de lesionarse que los atletas de deportes de contacto como el fútbol americano o el fútbol soccer.
Las lesiones en la cadera, las rodillas y los tobillos pueden volverse algo común si no se toman las precauciones adecuadas. El calzado adecuado es el primer paso para prevenir lesiones, ya que los corredores de cross country deben usar calzado deportivo específicamente diseñado para carreras de larga distancia, ya que usar el calzado incorrecto puede provocar lesiones en los pies tanto a corto como a largo plazo. También se deben reemplazar los zapatos cada 300 a 500 millas, ya que la presión de correr hace que se desgasten y pierdan efectividad.
Un segundo componente para la prevención de lesiones es el estiramiento correcto. El primer paso es centrarse en los grupos musculares que se utilizan con más frecuencia, incluidas las piernas y los abdominales. El segundo paso es comprender qué tipos de estiramientos son apropiados durante toda la competición.
Los estiramientos dinámicos antes de correr, como las zancadas caminando, ayudan a preparar los músculos para el trabajo de resistencia y permiten que el cuerpo funcione mejor. Los estiramientos estáticos tradicionales, como el estiramiento de cuádriceps, ayudan a que los músculos se relajen después de un desafío de alta resistencia. Estos estiramientos ayudarán a que los músculos crezcan y se reparen durante toda la temporada. Un entrenador o fisioterapeuta puede brindarle a un atleta los consejos adecuados sobre estiramientos si no está seguro de la diferencia entre estiramientos dinámicos y estáticos.
Cualquier molestia que se experimente durante una carrera debe ser motivo de alarma. Esforzarse por competir puede parecer una buena idea a corto plazo, pero las lesiones pueden empeorar si se descuidan y se siguen produciendo traumatismos. Una reacción inmediata al dolor o la incomodidad aumenta la probabilidad de una curación rápida e indolora.
Dependiendo de la gravedad de la lesión, la práctica inmediata de reposo, hielo, compresión y elevación (RICE, por sus siglas en inglés) debería ayudar a aliviar las molestias, aunque si este método no alivia el dolor, es imprescindible buscar atención médica para obtener un diagnóstico adecuado. Si la lesión está relacionada con los músculos o las articulaciones, la fisioterapia suele ser la solución. Un fisioterapeuta te ayudará a curar la lesión y te brindará consejos sobre prevención futura para que puedas volver a jugar lo antes posible.
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