La osteoporosis es una enfermedad que padecen aproximadamente una de cada cinco mujeres estadounidenses mayores de 50 años y uno de cada veinte hombres estadounidenses mayores de 50 años. La osteoporosis es la pérdida de densidad y movilidad ósea que puede aumentar la probabilidad de sufrir fracturas óseas en situaciones cotidianas.
Aunque la pérdida ósea, especialmente en las mujeres, es parcialmente inevitable debido a los cambios hormonales, existen numerosos cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a prevenir esta afección que altera la vida. Una de las principales formas de prevenir la osteoporosis es mantener una dieta equilibrada que incluya verduras de hoja verde, proteínas y calcio, ya que estos elementos son fundamentales para mantener los huesos sanos.
Si no está seguro de la cantidad de calcio que consume habitualmente, consulte a su médico o utilice aplicaciones de seguimiento de alimentos en su teléfono para controlar sus macronutrientes. Aplicaciones como MyFitnessPal le proporcionarán información sobre los nutrientes que está consumiendo en su dieta actual. Si nota que le falta calcio, modificar su dieta le resultará beneficioso, ya que su cuerpo absorbe el calcio de manera óptima a través de los alimentos. Una alternativa es incorporar un suplemento de calcio a su dieta.
La absorción de calcio en el cuerpo no es eficaz sin la vitamina D, que ayuda a señalar la necesidad de almacenar calcio. En ausencia de esta vitamina, el calcio se excreta en lugar de almacenarse. La mejor fuente de vitamina D se genera en la piel cuando entra en contacto con la luz solar. Basta con unos veinte minutos de exposición al sol con protección solar para que el cuerpo disponga de la vitamina D necesaria para absorber el calcio. Otras fuentes de vitamina D son los pescados grasos como el salmón, el atún o la caballa, las yemas de huevo, el hígado de vacuno, el aceite de hígado de bacalao y la leche o el zumo de naranja enriquecidos con vitamina D.
Fumar cigarrillos y beber alcohol en exceso también está relacionado con la pérdida ósea, ya que ambos impiden el proceso natural de mantenimiento y aumento de la masa ósea. Mantenerse físicamente activo durante toda la vida también previene la pérdida ósea. Actividades como caminar, correr y bailar mantienen los músculos y los huesos fuertes. Los huesos con la densidad máxima son óptimos a medida que se atraviesa el proceso de envejecimiento.
La osteoporosis es una enfermedad grave y potencialmente mortal, y aunque a medida que uno envejece se produce naturalmente cierta pérdida ósea, adoptar un enfoque proactivo ahora reducirá la probabilidad de desarrollar la enfermedad en el futuro.
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