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¿Fitness para tu pelvis?

Nadie se sorprenderá al saber que los fisioterapeutas trabajan con los músculos, pero estamos seguros de que a mucha gente le sorprenderá saber que también se incluyen los músculos del interior de la pelvis. Si bien los músculos pélvicos no reciben tanta atención como los bíceps o los isquiotibiales, pueden causar problemas que requieren tratamiento. A continuación, se ofrecen algunos ejemplos:

Incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. Más de 13 millones de personas en los Estados Unidos padecen este problema. Existen distintos tipos de incontinencia, pero las más comunes son la incontinencia de esfuerzo y la incontinencia de urgencia.

Incontinencia de esfuerzo Es cuando la fuga ocurre al toser, estornudar o reír. Incontinencia de urgencia Es el resultado de una vejiga hiperactiva o inestable. Las personas con incontinencia de urgencia suelen tener desencadenantes que provocan la pérdida involuntaria de orina, como oír agua corriendo.

Dolor pélvico

Se define como cualquier dolor que se presenta interna o externamente en la zona pélvica o genital. Puede afectar tanto a hombres como a mujeres, pero es más común en las mujeres.

¿Cual es la causa?

La mayoría de los casos de incontinencia se deben a problemas con los músculos pélvicos, ya sea debilidad o rigidez. Puede haber otros factores que contribuyan, como espasmos que causan contracciones de la vejiga, o afecciones como la ansiedad que pueden aumentar la necesidad de vaciar la vejiga.

El dolor pélvico también suele atribuirse a la rigidez o debilidad de los músculos del suelo pélvico. La pelvis está formada por tres huesos que forman tres articulaciones en el punto de unión. Estas articulaciones necesitan ser estabilizadas por una fuerza externa. La función de los músculos y ligamentos de la pelvis y sus alrededores es proporcionar esa fuerza estabilizadora. Si los músculos están demasiado tensos, las articulaciones sufrirán una compresión excesiva. Si están demasiado flojos, las articulaciones de la pelvis pueden sufrir fuerzas de cizallamiento. Ambas afecciones provocan dolor pélvico.

¿Qué puede hacer la PT?

Dado que la incontinencia y el dolor pélvico suelen ser afecciones musculoesqueléticas, la fisioterapia puede ofrecer muchos tratamientos eficaces. Algunos ejemplos incluyen:

Ejercicio: El fortalecimiento o estiramiento de los músculos pélvicos o del core puede ayudar a corregir desequilibrios, mejorar la estabilidad pélvica y reducir el dolor.

Biorretroalimentación: Esto implica el uso de sensores colocados en el cuerpo mientras se hace ejercicio para ayudar al paciente a identificar qué grupos de músculos están trabajando y generar conciencia sobre las áreas de tensión o debilidad.

Educación: En el caso de la incontinencia, aprender cómo funciona normalmente la vejiga puede ayudarle a comprender los cambios que se pueden realizar para mejorar los síntomas. Aprender sobre la postura y cómo mejorar la alineación de la pelvis y el tronco puede ayudar a reducir el dolor y mejorar la tolerancia a posiciones como sentarse y estar de pie.

Terapia manual: Las movilizaciones articulares, la liberación de puntos gatillo, el masaje de tejidos blandos, la liberación miofascial y otras técnicas pueden ayudar a mejorar la movilidad de las articulaciones pélvicas, disminuir el tono de los músculos espásticos y reducir el dolor.

Si tiene problemas pélvicos, un fisioterapeuta especialmente capacitado puede realizar una evaluación integral, ayudar a determinar la causa y diseñar un plan de tratamiento personalizado para ayudarlo.

Artículo cortesía de APTA

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