Imagínese que va al médico con síntomas de depresión y que le da una nueva receta: haga dos series de sentadillas, 15 flexiones de bíceps, dé 10 vueltas a la pista y llámeme por la mañana. Aunque esta no es (todavía) una imagen precisa, los expertos están empezando a reconocer que el ejercicio regular no sólo es bueno para el estado de ánimo, sino que también puede ayudar a combatir la depresión.
Hasta que los médicos y otros profesionales sanitarios prescriban de forma generalizada el ejercicio como tratamiento alternativo para la depresión, lo mejor es recurrir a un grupo de profesionales que ya están al tanto: los fisioterapeutas. Los fisioterapeutas están capacitados para reconocer los signos y síntomas de enfermedades mentales como la depresión y comprender cómo el trastorno puede interferir en la capacidad de una persona para disfrutar de la vida.
Un plan de atención individualizado comienza con una evaluación exhaustiva y una historia clínica detallada del paciente para que el fisioterapeuta pueda captar las limitaciones de la enfermedad y comprender los objetivos que el paciente desea alcanzar. Cada plan de tratamiento personalizado incluye una combinación de ejercicios de flexibilidad, fuerza, coordinación y equilibrio diseñados para lograr una función física óptima y ayudar a eliminar las capas de depresión.
Para los pacientes que sufren depresión, puede resultar estresante y abrumador pensar en incorporar el ejercicio a sus vidas, ya sea por primera vez o después de una larga pausa. Debido a que los síntomas de la enfermedad suelen incluir fatiga y pérdida de interés en las actividades, puede resultar difícil para los pacientes dar ese primer paso, tanto literal como figurativamente. Pero los fisioterapeutas se destacan por motivar a los pacientes para que realicen ejercicios de manera segura y eficaz. De hecho, otra ventaja de acudir a un fisioterapeuta para comenzar un nuevo programa de ejercicios es que está capacitado para identificar otras lesiones o enfermedades que requieren un enfoque especial.
No es necesario padecer depresión para aprovechar los beneficios del ejercicio. De hecho, este pasatiempo que mejora el estado de ánimo puede ayudar a cualquier persona que se sienta triste o no se sienta bien por algún tiempo. Los principales factores estresantes de la vida (el divorcio, la pérdida de un empleo y la muerte) son difíciles para cualquiera y el ejercicio regular es una excelente manera de ayudar a las personas a superar un momento difícil.
Con ejercicio regular, está garantizado que verá mejoras en las siguientes áreas:
• Fuerza y flexibilidad
• Dormir
• Memoria
• Confianza en sí mismo
• Energía
• Ánimo
Incluso cambios mínimos en cualquiera de estas áreas podrían cambiar tu perspectiva del día y tu capacidad para participar en actividades que antes disfrutabas. Entonces, ¿qué estás esperando?