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Alivio a través del movimiento: fisioterapia para el dolor crónico

El dolor crónico puede ser una afección debilitante que limita la movilidad y afecta la vida diaria. Los CDC estiman que alrededor de 50 millones de estadounidenses padecen dolor crónico, y 17 millones sufren reducciones sustanciales en la actividad debido al dolor. Además de limitar la actividad o la capacidad para trabajar, el dolor crónico se ha vinculado con la depresión, la enfermedad de Alzheimer y el abuso de sustancias.

El dolor crónico es complejo. No existe una única intervención para tratarlo, pero la fisioterapia debería ser parte de la combinación. A continuación, se explican los motivos:

Cómo aborda la fisioterapia el dolor:

La fisioterapia suele proporcionar un alivio tan eficaz como la medicación, pero sin los posibles efectos secundarios. A continuación, se detalla cómo aborda el dolor la fisioterapia y su eficacia:

Identificar la causa raíz: La fisioterapia va un paso más allá de los medicamentos que enmascaran el dolor. Los terapeutas evalúan su postura, fuerza muscular, flexibilidad y mecánica articular para identificar la fuente de su malestar.

Abordar los problemas subyacentes:  Según la evaluación, la fisioterapia se centra en fortalecer los músculos débiles que sostienen las articulaciones, mejorar la flexibilidad para un mejor rango de movimiento y corregir cualquier desequilibrio o problema postural que pueda contribuir al dolor.

Utilice un enfoque multifacético: El plan de tratamiento de fisioterapia se personalizará en función de la evaluación. Además del ejercicio terapéutico, el fisioterapeuta puede utilizar diversas técnicas. Algunos ejemplos incluyen:

  • Terapia manual: los fisioterapeutas utilizan masajes, movilización de articulaciones y terapia de puntos gatillo para abordar la tensión muscular, mejorar la circulación y aliviar el dolor.
  • Modalidades: Técnicas como el ultrasonido, la terapia de calor o la estimulación eléctrica pueden reducir la inflamación, promover la curación y controlar el dolor.
  • Terapia acuática: una piscina terapéutica tibia sostiene el cuerpo y las articulaciones al tiempo que ofrece una resistencia suave. Esto a menudo puede facilitar el movimiento después de haber estado con dolor durante un tiempo prolongado.

Educar y empoderar a los pacientes: Los fisioterapeutas le brindan los conocimientos y las herramientas para controlar su dolor de forma independiente. Esto puede incluir aprender una nueva rutina de ejercicios, cómo modificar actividades o cómo modificar su horario diario cuando se siente mejor (o peor) de lo normal.

También es cada vez más probable que aprendas cómo funciona el dolor. Las investigaciones demuestran que combinar la educación sobre el dolor con la fisioterapia es un tratamiento eficaz.

Si sufre dolor crónico, llame a su fisioterapeuta. Es posible que tenga la clave para llevar una vida sin dolor.

Artículo cortesía de APTA

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