La osteoartritis puede ser una afección muy dolorosa y debilitante, y un error común que cometen las personas que padecen esta afección es descansar y evitar ejercitar la articulación artrítica cuando se produce un brote.
La proactividad es fundamental en lo que respecta a la osteoartritis. Bajo la supervisión de un profesional, un programa de entrenamiento de resistencia estratégico y cardio puede reducir los síntomas. El entrenamiento de resistencia, en particular, es extremadamente beneficioso para mejorar no solo el bienestar general, sino también la intensidad de los brotes.
Las opciones seguras para un entrenamiento cardiovascular incluyen ciclismo, natación y caminata moderada. El entrenamiento de resistencia mejora los síntomas de la osteoartritis fortaleciendo los músculos conectivos locales de la región articular y ayudando a compensar la zona artrítica de la articulación. También ayuda a curar las zonas artríticas de la articulación. Si tiene artritis en la rodilla, por ejemplo, ejercicios como elevaciones de piernas estiradas o flexiones de piernas podrían ser de ayuda.
El régimen más óptimo para su osteoartritis depende de la articulación afectada. La forma es crucial para que estos ejercicios funcionen debido a la naturaleza delicada de la articulación artrítica. Si no sabe lo que está haciendo, corre el riesgo de empeorar las condiciones de sus articulaciones o de lesionar los músculos que está intentando fortalecer.
Trabajar bajo la supervisión de un profesional es fundamental para el éxito. Un profesional, como un fisioterapeuta, podrá diagnosticar el estado de su articulación y determinar el mejor régimen de ejercicios. El fisioterapeuta le enseñará las formas adecuadas de ejecutar estos movimientos, además de la secuencia, el número de repeticiones y la frecuencia adecuados.
Mantenerse activo es sumamente importante y beneficioso para controlar la artritis. ¡La fisioterapia puede garantizar que lo esté haciendo de la manera correcta!
