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Artritis reumatoide

Artritis, ese nombre tan temido que todos conocemos y odiamos. Desafortunadamente, esta afección inflamatoria muy común afecta a 46 millones de personas según webmd.com. Pero, ¿sabías que existen más de 100 tipos diferentes de artritis? Los dos tipos más populares son la osteoartritis y la artritis reumatoide. Aunque el efecto en las articulaciones es similar, existen muchas diferencias entre las dos afecciones. La osteoartritis es el resultado de años de desgaste. No hay nada que puedas hacer para evitarla, es simplemente parte de la vida. Por el contrario, la artritis reumatoide es el resultado de un mal funcionamiento del sistema inmunológico de una persona. Las personas a las que se les diagnostica artritis reumatoide suelen quedar discapacitadas en una década. ¡La mejor manera de prevenir la progresión es la detección temprana! Cuanto antes descubras que la padeces, antes se podrá elaborar un plan e introducir un tratamiento.

Debido a que la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, existen muchos síntomas en todo el cuerpo que pueden no reconocerse como AR a primera vista. Algunos síntomas incluyen pérdida de peso inexplicable, rigidez matutina, fatiga, fiebre baja, debilidad y pérdida de apetito. Al principio, estos síntomas parecen indicar una infección viral, pero puede que no sea lo que parece. El efecto en la articulación puede ser una de las últimas áreas en verse afectadas, por lo que la detección temprana es clave.

Si siente dolor, enrojecimiento, calor, hinchazón y disminución del movimiento en las articulaciones, debe hablar con su médico, quien puede derivarlo a un reumatólogo. Existen muchas opciones de tratamiento una vez que se realiza el diagnóstico; sin embargo, cuanto antes se realice el diagnóstico, antes podrá intentar controlar su AR.

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