Probablemente ya sepas que debes pedir cita con un fisioterapeuta cuando te tuerces el tobillo o te aparece el codo de tenista. Pero, ¿qué pasa si has sentido un ligero pinchazo en la rodilla durante tu paseo diario o has notado que tu postura ha cambiado desde que aceptaste un trabajo que requiere estar sentado durante ocho horas al día? O tal vez has estado pensando en apuntarte a un gimnasio para ponerte en forma. ¿Son estas razones para acudir a un fisioterapeuta? ¡Sí!
Cada uno de estos escenarios tiene el potencial de provocar lesiones. Los fisioterapeutas son expertos en la prevención de lesiones y están capacitados para detectar pequeños problemas antes de que se conviertan en grandes problemas y, a menudo, antes de que usted se dé cuenta de que existe un problema. Los fisioterapeutas evalúan, examinan y valoran a los pacientes utilizando una variedad de herramientas para detectar limitaciones de movilidad y desequilibrios musculares que, si no se tratan, pueden dejarlo propenso a sufrir lesiones graves en el futuro.
Cuando se detectan a tiempo, las lesiones (o los primeros síntomas de una lesión) son más fáciles de tratar y el período de recuperación es más corto, menos costoso y menos oneroso para la vida cotidiana. Saber a qué prestar atención (y cuándo consultar a un profesional de la salud) a menudo no es tan obvio como parece. Algunos signos y síntomas no se reconocen como indicadores de una lesión, mientras que otros pueden pasarse por alto como si no fueran nada grave. A continuación, se indican algunas cosas a las que prestar atención:
- Dolor en las articulaciones
- Ternura
- Hinchazón
- Rango de movimiento reducido
- Debilidad
- Entumecimiento u hormigueo
- Problemas de equilibrio
Si experimenta alguno de estos signos o síntomas, programe una cita con un fisioterapeuta para descartar un problema potencial o para tratarlo de raíz antes de que se vuelva más grave. Basándose en sus antecedentes, formación y experiencia, los fisioterapeutas comprenden cómo el riesgo de un paciente de sufrir tipos específicos de lesiones puede aumentar en función de la participación en determinados deportes y actividades recreativas, así como también identifican tensiones físicas debido a las exigencias del trabajo y del hogar.
Un programa de ejercicios individualizado diseñado para fortalecer los músculos, mejorar la flexibilidad y optimizar la capacidad física puede ayudar a corregir y prevenir problemas que podrían convertirse en lesiones en el futuro. Por ejemplo, un jugador de hockey sobre césped adolescente puede aprender ejercicios para realizar con regularidad para reducir el riesgo de desgarrarse el ligamento cruzado anterior (LCA). Su fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios para prevenir lesiones que se adapte a sus necesidades específicas y garantizar su participación saludable en deportes, actividades recreativas y la vida cotidiana.