Recientemente, Payless llevó a cabo un experimento social muy revelador. Probablemente hayas oído hablar de la maniobra de la cadena de calzado en las noticias, pero para recapitular rápidamente, “El experimento Payless” Engañó a los consumidores para que compraran sus zapatos, que suelen ser económicos, con precios altísimos. Para llevar a cabo esta astuta artimaña, el minorista de descuentos invitó a influencers de estilo a una (falsa) fiesta de lanzamiento de una nueva marca de alta gama en una de las zonas comerciales más ostentosas de Los Ángeles. Los asistentes creyeron que estaban comprando calzado de moda y de alta calidad y, por lo tanto, no se opusieron a los precios de tres cifras.
Además de ser una brillante estrategia de marketing para Payless, ¿qué lecciones puede dejar el “Experimento Payless” para nuestro sistema de salud actual, y en particular para los pacientes que sufren de dolor lumbar? El experimento es un comentario sobre el valor percibido frente al valor real, pero también sobre la facilidad con la que se puede convencer a la gente de que algo es fiable tal como se presenta. Pensemos en alguien que lleva semanas sufriendo dolor y disfunción a causa de un dolor lumbar: quiere encontrar una solución que alivie sus síntomas. Si un médico le presenta la cirugía como la mejor opción (y le asegura que el dolor desaparecerá), entonces le parecerá atractiva, ¿no?
El consumidor de hoy tiene muchas opciones a la hora de comprar prácticamente cualquier cosa, desde ropa hasta atención médica. Pero, si bien es habitual comprar una chaqueta de plumas de ganso al mejor precio (sin sacrificar la calidad), comparar precios para encontrar la mejor solución (y la mejor relación calidad-precio) para nuestras dolencias es menos habitual. Hacer la debida diligencia en materia de atención médica puede, en última instancia, hacernos volver a la primera solución propuesta, pero también puede presentarnos soluciones que no sabíamos que existían.
En el caso del dolor lumbar, una de esas soluciones poco conocidas es la fisioterapia. La fisioterapia, el yoga y la acupuntura están ganando popularidad por ser igual (o más) eficaces y menos costosas que los procedimientos quirúrgicos, las inyecciones, las resonancias magnéticas y los analgésicos, y con razón.
Los fisioterapeutas están capacitados para restaurar y mejorar la movilidad de los pacientes, reducir el dolor de los tejidos blandos, mejorar la función y fortalecer los músculos. No solo desarrollan estrategias personalizadas para tratar el dolor lumbar persistente o recurrente, sino que también educan a los pacientes sobre la prevención de problemas futuros. Algunas técnicas preventivas incluyen adoptar y seguir un programa de ejercicios regular y aprender a levantar objetos correctamente manteniendo el objeto cerca del cuerpo.
A medida que las fiestas se acercan, es probable que tenga una larga lista de regalos para comprar. Me atrevo a suponer que tiene una estrategia en marcha para seleccionar los regalos adecuados para cada destinatario. Mientras combina el precio, el tamaño y el color adecuados para cada persona de su lista esta temporada navideña, piense en abordar sus necesidades de atención médica con el mismo nivel de escrutinio. Después de todo, encontrar la solución adecuada al precio adecuado para nuestras necesidades de salud contribuye a mejorar los resultados a largo plazo y a una mayor tranquilidad.
Artículo cortesía de Asociación Estadounidense de Fisioterapia (APTA).