No te caigas de la cinta de correr (o de la bicicleta, o de la máquina de remo, o…)
Los propósitos de Año Nuevo relacionados con la actividad física y el ejercicio son increíblemente populares. La emoción y la esperanza que genera el comienzo del año hacen que sea fácil comenzar un programa de ejercicios.
Ahora que han pasado algunos meses, seguir adelante se hace difícil. La vida se vuelve ajetreada, la motivación decae y, de repente, vuelves al sofá, preguntándote cómo es que has visto seis episodios de The Golden Bachelor en lugar de estar en el gimnasio.
Conoces los beneficios del ejercicio: probablemente fueron lo que te motivó a empezar a hacer ejercicio en primer lugar. Si necesitas que te los recuerden, aquí tienes algunos:
- 3 horas de ejercicio a la semana redujeron el dolor y la discapacidad en un 47% en personas con artritis de rodilla
- El ejercicio redujo la progresión de la demencia en un 50%
- El ejercicio redujo el riesgo de fractura de cadera en mujeres posmenopáusicas en un 47%
- Un metanálisis mostró que el ejercicio redujo la ansiedad en un 48%
- Una dosis baja de ejercicio alivia la depresión en el 30% de las personas, una dosis más alta funciona en el 47% de las personas.
- Un estudio de 12 años sobre 10.000 ex alumnos de Harvard mostró que las personas que hacían ejercicio tenían 23% menos probabilidades de morir.
- El ejercicio es el tratamiento #1 para la fatiga
Saber que debes hacer ejercicio o por qué El problema no es que hagas ejercicio, sino que lo hagas. Aquí tienes nuestros ocho consejos principales para asegurarte de que cumples con tu plan de ejercicios:
- Haz actividades que disfrutesEl ejercicio no es un castigo. Elige actividades que sean divertidas. Puede ser correr, pasear al perro, bailar, nadar, practicar kickboxing o practicar un deporte.
- Programalo. Programe sus entrenamientos como lo haría con cualquier otra cita importante. Cuando la gente le pida que haga otra cosa durante ese tiempo, diga "lo siento, tengo una cita". Cuanto más haga del ejercicio una rutina, menos probabilidades tendrá de salteársela.
- No lo hagas soloTener a alguien esperándote en el gimnasio realmente te motiva a ir allí. Tener apoyo te ayuda a esforzarte más y te motiva cuando te sientes deprimido. Tu apoyo puede ser un amigo, las otras personas en una clase de gimnasia grupal o un entrenador.
- MezclaloPrueba una nueva clase. Si normalmente corres al mismo ritmo, prueba con intervalos. Camina por una ruta diferente. Hacer lo mismo una y otra vez resulta aburrido y conduce al agotamiento. Mantén el interésEn Mantener el interésed.
- Sigue tu progresoPuntos extra si encuentras una manera de hacerlo visual de alguna manera. A nuestro cerebro le encanta ver tareas marcadas, un cuadro o números que van subiendo y anillos que se cierran. Ver lo lejos que has llegado es un gran motivador. Lleva un registro de tus entrenamientos en un diario, haz una hoja de cálculo, usa una aplicación o un rastreador de actividad física.
- Los sobornos funcionanCelebre sus logros, por pequeños que sean. Póngase como meta hacer ejercicio tres veces por semana y, cuando lo haga, dese el gusto de tomar su café favorito. Cómprese ropa deportiva nueva, reciba un masaje o cualquier otra cosa que le ayude a mantenerse motivado cuando alcance sus metas.
- AjustarNo te esfuerces demasiado, especialmente cuando estás empezando. Si te sientes cansado y dolorido, reduce la intensidad. Planifica días de descanso en tu rutina. No establezcas un objetivo y un plan tan rígidos que sea imposible completarlos en el mundo real.
- Perdonate a ti mismo! Todo el mundo tiene contratiempos. Te vas a enfermar. Te vas a perder un entrenamiento. No pasa nada. Levántate y vuelve al buen camino. Con la actitud adecuada y un poco de perseverancia, puedes alcanzar tus objetivos de fitness.
Si el dolor o una lesión le impiden alcanzar sus objetivos de acondicionamiento físico, llame a su Oficina local de ACCESS PT Hoy mismo. ¡Estamos encantados de poder ayudarle!
Artículo cortesía de APTA