El dolor de espalda es uno de los problemas más comunes que llevan a las personas a la fisioterapia. ¡Siga leyendo para conocer las respuestas a algunas de las preguntas más frecuentes de los pacientes sobre el dolor de espalda!
He tenido más dolor de espalda a medida que envejezco. ¿Es esto una parte inevitable del envejecimiento o se puede solucionar?
El dolor de espalda puede volverse más común a medida que envejecemos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud informa que el dolor lumbar se presenta con mayor frecuencia en personas de entre 35 y 55 años. La aparición de afecciones degenerativas en la espalda, como cambios artríticos o degeneración de los discos, también puede contribuir al riesgo de dolor de espalda. Sin embargo, creo que es importante señalar que la presencia de estos cambios no necesariamente “condena” a alguien a una vida con dolor de espalda. He tenido muchos pacientes que tenían dolor de espalda leve o nulo y tenían artritis significativa en la zona lumbar cuando se tomaron radiografías; por otro lado, también he tenido pacientes con dolor de espalda severo y no se observaron hallazgos significativos en las imágenes avanzadas. Muchas veces, el dolor de espalda puede ser provocado por nuestras actividades diarias, por lo que a veces cambiar la forma en que hacemos las cosas y mejorar nuestras habilidades puede marcar una gran diferencia en la resolución del dolor. En ese punto, aprender de estos ajustes y continuar haciéndolos en el futuro puede ser una excelente manera de mantener a raya el dolor de espalda.
¿Dónde es más común el dolor de espalda?
El dolor de espalda puede ser complejo y puede deberse a muchos factores diferentes. Lo más común es que vea a pacientes con dolor en la zona lumbar, justo por encima de la pelvis. También veo pacientes con dolor a lo largo de la pelvis o con dolor que se irradia hacia la pierna. A veces, los pacientes vienen con una combinación de estos síntomas y debo averiguar por qué.
¿Qué actividades cotidianas debo evitar que puedan empeorar mi dolor de espalda?
En general, los movimientos de flexión y torsión tienden a ser los más molestos para la espalda, especialmente si estas actividades se realizan mientras se lleva un objeto pesado. La actividad prolongada también tiende a ser problemática; por ejemplo, tuve un paciente que tuvo que inclinarse hacia adelante durante unos 30 minutos para bañar a su perro y su dolor de espalda se agravó después de esta actividad. Debido a esto, a menudo trato de que mis pacientes ajusten sus posturas regularmente para evitar permanecer en una posición durante demasiado tiempo.
¿Cuáles son los mejores estiramientos para el dolor de espalda?
Dado que el dolor de espalda puede deberse a muchos factores diferentes, los mejores estiramientos para una persona pueden no ser tan efectivos para otra. En general, los estiramientos de cadera pueden ser útiles para muchas personas, ya que la rigidez en las caderas puede aumentar la tensión en la zona lumbar durante la actividad. Los estiramientos de los músculos del pecho también pueden ser útiles, especialmente si el dolor comienza a aparecer en la parte superior de la espalda.
Una cosa que hablo con frecuencia con mis pacientes es la de asegurarse de que eviten estirarse cuando sienten dolor mientras tratamos sus espaldas. Es comprensible que los estiramientos no siempre sean cómodos, pero si los estiramientos provocan una incomodidad significativa, hormigueo o los síntomas empeoran después, es posible que se esté estirando demasiado o que esté haciendo el tipo de estiramiento incorrecto para su problema. En esta situación, puede ser útil consultar a un fisioterapeuta para que le oriente.
¿Mi postura realmente contribuye al dolor de espalda? ¿Cómo puedo corregirla mientras trabajo en mi escritorio?
Trabajo mucho con la postura con mis pacientes porque puede contribuir al dolor. Como mencioné anteriormente, las posiciones prolongadas pueden ser molestas para la espalda. Nuestros músculos y tejido conectivo trabajan para mantener nuestro cuerpo en posición y si permanecemos en posiciones que no son eficientes durante mucho tiempo, pueden producirse distensiones musculares que provoquen dolor. Muchas veces, ni siquiera nos damos cuenta de que lo estamos haciendo; ha habido muchas ocasiones en las que he estado sentada y trabajando durante algunas horas y luego me he levantado con dolor en la espalda o el cuello debido a la forma en que estaba sentada.
Como no siempre somos conscientes de nuestra postura, corregir la postura puede ser difícil; se requiere mucha atención para controlar la posición a lo largo del día. Una de las mejores formas de trabajar la postura es intentar hacer pausas de movimiento con regularidad a lo largo del día. La mala postura suele ser más molesta cuando se mantiene durante mucho tiempo, por lo que levantarse y cambiar de posición con regularidad puede marcar una gran diferencia. A veces, tengo pacientes que programan un temporizador en sus teléfonos cuando trabajan para recordarles que deben levantarse y cambiar de posición.
Ajustar la disposición del escritorio también puede ser útil si el trabajo tiende a molestarle la espalda. ACCESS PT tiene algunos buenos recursos que explican los principios generales de ergonomía, pero es conveniente que el escritorio, la computadora y la silla estén bien alineados para que el cuerpo pueda trabajar de manera eficiente y cómoda. Un fisioterapeuta también puede brindar sugerencias si los espacios de trabajo son más complejos o si tiene problemas para entender algo.
