Le pedimos a Taylor Payne, fisioterapeuta y doctora en Fisioterapia y Bienestar de Access Physical Therapy & Wellness en Monroe, Nueva York, que compartiera algunos consejos para los fisioterapeutas noveles. ¡Vea lo que tiene para decir!
1. No todos los pacientes encajan en un diagnóstico o cuadro de paciente específico.
La mayoría de los pacientes tienen un diagnóstico subyacente que es la causa principal de su dolor, sin embargo, la imagen que tienen del paciente oculta cuál es la raíz del problema. ¡No tema! Concéntrese en sus discapacidades y abórdelas una a una.
2. Las técnicas de respiración son a veces la mejor manera de disminuir el dolor de un paciente en la evaluación inicial.
Algunos pacientes llegan a la clínica con tanto dolor que apenas pueden caminar lo suficiente para llegar a la sala de evaluación. Esos pacientes también suelen sentirse ansiosos por el dolor. Las técnicas de respiración diafragmática pueden ayudar a activar el sistema nervioso parasimpático y disminuir el dolor de inmediato. Esto puede permitirle completar su evaluación y ganarse la confianza de su paciente porque lo hizo sentir mejor al instante.
3. ¡Practica tu goniometría!
Aunque medir el rango de movimiento no es una ciencia exacta (más o menos cinco grados), es esencial ser lo más preciso posible. Practique todo lo que pueda con personas que no sean fisioterapeutas o estudiantes de fisioterapia. La mayoría de los estudiantes y los recién graduados creen que conocen perfectamente los puntos de referencia y los rangos normales hasta que ingresan a la clínica y tratan con pacientes que no comprenden lo que se está midiendo. ¡La práctica hace al maestro!
4. ¡Saluda a todos los pacientes con un Hola y una Sonrisa!
Por si aún no lo has notado, la mayoría de los pacientes que acuden a fisioterapia tienen una discapacidad que desearían poder curar de inmediato con una varita mágica. No importa lo ocupado que estés o te sientas, tómate un momento para sonreír y saludar a todos los pacientes que ingresan a la clínica. Saber los nombres de los pacientes que están siendo tratados por tus compañeros de trabajo y saludarlos hace que se sientan bienvenidos y atendidos. Si los pacientes de tu clínica se sienten bien emocionalmente, es probable que se sientan mejor físicamente y serán pacientes de por vida.
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