Todos los años hacemos propósitos de Año Nuevo para perder peso que suelen durar aproximadamente tres días después del Año Nuevo. Nuestros propósitos se olvidan hasta que, a fin de año, nos fijamos las mismas metas inalcanzables para el año siguiente. Nuestra confianza disminuye a medida que los fracasos y el peso aumentan.
¿Qué salió mal?¿Por qué todas nuestras buenas intenciones duran menos que lo que nos sobra de las vacaciones?
Lo que ocurre es que nuestra determinación se diluye a medida que nuestras complejas vidas absorben nuestra atención. Surgen nuevas prioridades y ese plan de varios pasos para reducir el peso queda en el olvido.
¿Cómo tener éxito? Bueno, en primer lugar, elija UN SIMPLE META En lugar de una larga lista de cambios de conducta, elija algo que pueda lograr fácilmente, como tomar un desayuno rico en proteínas y bajo en carbohidratos o reemplazar los refrescos azucarados, ricos en calorías y sin nutrientes por agua con gas y un poco de jugo. O deshágase de ese refrigerio desagradable al que no puede resistirse. Prepare su desayuno rico en proteínas con anticipación y compre sustitutos de refrescos y refrigerios saludables durante el fin de semana, cuando tiene menos distracciones.
Cuando te concentras en un cambio de conducta, en realidad mantienes la concentración que necesitas para tener éxito. Luego, después de unos meses, cuando tu objetivo simple se convierta en un hábito, elige un nuevo objetivo simple. ¡El éxito genera éxito!
