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¿Estás haciendo ejercicio pero no pierdes peso?

Cuando se trata de entrenamiento para perder peso, muchas personas están tan decididas a reducir su grasa corporal que están dispuestas a esforzarse más allá de sus límites. Esto incluye levantarse temprano, reservar tiempo durante el día o quedarse despiertas hasta tarde para ir al gimnasio. A pesar de esta dedicación, a muchas les preocupa el hecho de que no están perdiendo peso de manera significativa ni notando una diferencia positiva. Las siguientes razones pueden ser el problema:

1. Elegir alimentos poco saludables después de hacer ejercicio. Puede parecer una idea razonable comer algunos dulces como recompensa, pero no le hace ningún bien a tu cuerpo. Básicamente, va en contra del objetivo inicial de hacer ejercicio. Los alimentos comunes que la gente come después de hacer ejercicio incluyen batidos, barras energéticas, muffins, sándwiches de desayuno y cafés saborizados. Estos no tienen ningún valor nutricional y son altos en calorías y azúcar. Los alimentos que deberías comer incluyen proteínas como huevos, yogur, leche, avena, frijoles y carnes magras. Las ideas de bocadillos saludables incluyen mantequilla de maní en tostadas de trigo integral, fruta, apio, galletas saladas y queso bajo en grasa. Hay tantas opciones deliciosas que harán maravillas para tu cuerpo. Todo se trata de controlar las porciones y adquirir el hábito de hacer elecciones saludables.

2. Comer por aburrimiento. Esto ocurre a menudo cuando estás ocupado todo el día y comes porque te resulta cómodo. Comer lo que sea cuando estás en casa, cuando conduces o cuando estás sentado en el escritorio en el trabajo. Todos estos hábitos pueden convertirse en malos porque te llevan a comer más de lo que necesitas. También se conoce como comer sin pensar, porque como no te concentras en la comida, tu cuerpo no la reconoce como tal. Esto puede llevarte a tener hambre poco después de comer. Un hábito que no quieres empezar a tener.

3. No comer lo suficiente durante el día. No desayunar o ir a trabajar todo el día y saltarse el almuerzo es un error. Desayuna todos los días, es necesario para obtener los nutrientes y la energía que necesitas para empezar. Saltarse el almuerzo e ir directamente al gimnasio es otra mala idea. Cuando hacemos ejercicio con el estómago vacío, obligamos a nuestro cuerpo a descomponer el tejido muscular existente y nos quitamos energía. Como resultado, esto ralentiza nuestro metabolismo y no permite que se produzca la pérdida de peso. ¡No te olvides de comer!

Bajar de peso no es una tarea fácil, pero si elegimos el mejor plan para nuestro cuerpo, será un éxito. Debe ser un proceso valioso y meditado, ya que no se trata solo de perder esos kilos de más, sino también de mantener un estilo de vida saludable. Acostumbrarse a beber mucha agua, comer los alimentos adecuados que estén repletos de proteínas, fibras, carbohidratos buenos y hacer ejercicio es la mejor manera de lograrlo. El control de las porciones es una de las cosas más importantes que debemos recordar, especialmente en un país en el que tenemos comidas en restaurantes que son suficientes para alimentar a familias enteras. Haga que comer de forma saludable sea un estilo de vida que desee para usted, no algo que implique autocontrol.

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